Creatividad

Cómo empecé a salir de mi mayor bloqueo creativo

¡Compártelo!
 

No se salir del bloqueo creativo.

“Hay mil artistas mejores que yo.” 

“Nunca podré llegar a vivir de mi arte.” 

“Para qué hacerlo si es una pérdida de tiempo.” 

“No tengo tiempo.”

 
 
 
¿Te suenan estas frases? Seguro que alguna vez has pensado algo similar, ¡incluso cosas peores! ¿Cuánto tiempo les has dedicado en la última semana? Este tipo de frases nos provocan un gran bloqueo creativo. 
 
 
Es habitual encontrarnos en situaciones que requieren de nuestra capacidad creativa y, sin embargo, solemos ponernos piedras en nuestro propio camino con afirmaciones de ese tipo. Pero no te alarmes, pues en realidad no es por tu culpa y podemos trabajar para dominar esa voz interior de una vez por todas.
 
 
 
 
 
 
 
Para que nuestra capacidad creativa esté a flor de piel y en su mejor momento necesitamos estabilidad, tranquilidad y autoestima. ¿Habías parado a pensarlo alguna vez? ¿Te parece difícil de conseguir? Pues es la base para romper un bloqueo creativo.
 
 
Lamentablemente, la situación político-social en la que vivimos actualmente nos deniega prácticamente todo lo que nos produce mejorar nuestra creatividad. Constantemente estamos bombardeados por noticias desagradables y situaciones agresivas, y ello produce un aumento de autocrítica sin que nos demos cuenta. Eso es precisamente lo que hay que evitar. Nadie tiene que ser capaz de decirte que no puedes hacer algo, ni siquiera tú mismo. 
 
 

Hace ya un tiempo yo me sentía de esa manera, como comenté en el post anterior, hasta que aprendí a dominar a mi “Enemigo Interior”.

 
 
 ¿Por qué no podía hacer lo que realmente me apetecía? Simplemente porque escuchaba la voz de mis miedos. El qué dirán las personas a las que amo o si realmente tendría un futuro decente eran mis preocupaciones constantes. ¿De qué ha servido? De nada. Todo cuanto quise construir se vino abajo porque realmente no me sentía a gusto. No era lo que me hacía feliz, y poco a poco cayó por su propio peso.  Ni siquiera me imaginaba lo que íbamos a vivir años después. Pero la vida me dio una lección: 
 
 
 
 
 
Y te estarás preguntando: “¿cómo lo conseguiste? No es tan fácil.”
 
 
Y yo te contesto que es cierto, no es nada fácil. Pasaron muchos meses hasta que empecé a domar mi mente y a limpiarla de pensamientos negativos, pero aun así no me arrepiento del camino, ya que eso es lo que me está permitiendo contártelo a ti. Y gracias a ello también te puedo decir que hay algunas cosas que se pueden hacer para conseguirlo:
 
 

1. No luches contra tu mente. Escúchala y aprende qué es aquello que te hace daño de ella. 

Es interesante hacer un diario o algo similar donde apuntes todo lo que tu “Enemigo Interior” te diga y al lado de cada crítica escribas por qué eso es mentira. Al principio cuesta mucho, pero poco a poco te darás cuenta de que hay muchas más afirmaciones positivas que negativas dentro de ti, solo hace falta que te las creas de verdad. 
 
 
 
 
El hecho de intentar asimilar todas esas frases ya empieza a producir un cambio en tu autoestima que, aunque aún queda trabajo por hacer, ayudará mucho a recorrer de nuevo el camino hacia tu creatividad.
 
 
Si no lo consigues las primeras veces, puedes recurrir a una persona de tu entorno en la que confíes plenamente, y pedirle que te ayude. 
 
 

2. “La cita con el artista” de Julia Cameron.

Este es el apartado más interesante. Hay que trabajar el apartado anterior para luchar por no dañarnos emocionalmente, pero este ejercicio nos va a ayudar a despertar esa creatividad perdida y darle vida de nuevo a nuestro niño/a interior. Cuando dejamos a nuestra mente “jugar”, es cuando vuelven a fluir las ideas. ¿Vale la pena intentarlo, no?
 
He de decir que conocí este ejercicio en “El camino del artista” de Julia Cameron, y disfruté mucho cuando apliqué esta técnica, si se le puede llamar así.
 
 
 
portada camino del artista
Cómpralo en Amazon.
 
 
Se trata de buscar un momento a la semana para ti. Puede ser media hora o el tiempo que quieras, no hay reglas para eso, ni para lo que hacer durante ese tiempo, pero tiene que ser algo que te llene y despierte tu motivación. Debes estar solo/a y puede ser, por ejemplo, ir a leer al bosque, pintar, dibujar, crear algo con cartón, o incluso ir a un bazar a comprar algunas pegatinas para decorar tu diario de lucha contra tu “Enemigo Interior”. ¡Puedes hacer lo que quieras!
 
 
Siéntete completamente libre en ese momento, pero existe una norma fundamental: durante ese espacio de tiempo no puedes juzgarte. Debes hacer lo que realmente te haga feliz sin que te importe nada más.
 
 
Ese momento puede resultar extraño, pero irás viendo cómo te hace falta cada vez más. Te descubrirás pensando en qué hacer durante ese espacio de tiempo o planeando la mejor “cita” con tu artista interior. Lo echarás de menos y te darás cuenta de la falta que te hace ese espacio de tranquilidad y serenidad en el que puedes ser tú mismo/a. Ese es el momento que necesitas. Es tu momento. El resto llegará solo. 
 
 
Parece raro, lo sé, pero en el momento en el que se empieza a diluir esa parte de la mente que te hace estar en guardia, aflora tu verdadero ser creativo, y luchas por mantenerlo activo porque es aquello para lo que hemos nacido, está en nuestra naturaleza y por tanto, nos hace felices.
 
 
Estos son dos ejercicios que a mí me ayudaron a salir del bache emocional y del bloqueo creativo. Hubo mucho más trabajo psicológico detrás, pero los primeros pasos siempre son los más importantes. Me alegro de poder compartir mi experiencia contigo y espero que te sirva de ayuda. 
 
 
Nos leemos pronto.
 
 
Un abrazo. 
 
 
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *