He esperado este momento durante mucho tiempo. La idea siempre rondaba por mi mente pero no me sentía a gusto.
Algo fallaba.
Generalmente era la falta de motivación, de ilusión, o simplemente de ganas, pero esta vez no era nada de eso y a la vez todo. Se trataba de una situación emocional suspendida, o así quise llamarla. Una crisis de identidad. No sabía cómo seguir adelante ni qué rumbo tomar, pero al final entendí qué me pasaba.
No era otra cosa que falta de creatividad. O mejor dicho, se trataba del mayor bloqueo creativo al que me había enfrentado nunca y el mayor problema era que no sabía cómo salir de esa situación a la que me había abocado yo misma.
Debido a los estudios y a otros aspectos de mi vida había dejado de crear. Había renunciado a aquello que era parte de mí. Aquello que me hacía feliz y que me desconectaba de este mundo tan convulso en el que vivimos.
Había olvidado a mi niña interior, a mi parte creativa, y es por eso que vuelvo a escribir y mostrar mis sentimientos, mi arte y mis ganas. Pero no solo eso, quiero ayudar. Deseo poder dirigir de nuevo a aquellos que lo necesiten hacia el camino de su creatividad, porque todos la tenemos, solo que a veces nuestras vidas nos hacen esconderla en el último rincón de la conciencia.
Bienvenido/a al camino de la creatividad.
Si estás leyendo esto es por alguna razón, nada sucede porque sí. Quizá el destino quiere darte ese empujón que necesitas o simplemente te quiere mostrar que vas por el buen camino. Sea cual sea tu caso, estoy aquí para ayudar y animarte a todo lo que necesites. Te tiendo la mano.
Simplemente confía en tus capacidades, porque son únicas y maravillosas como tú.
¿Me acompañas?
